EUROPA
PRESS
1 junio
2021
¿Con
el Tai Chi se adelgaza?
Un ensayo controlado y aleatorizado ha
descubierto que el tai chi es tan eficaz como el ejercicio convencional para
reducir el perímetro de la cintura en adultos de mediana edad y mayores con
obesidad central, según publican los investigadores en la revista 'Annals of Internal
Medicine'. La obesidad central, es decir, la grasa acumulada alrededor de la
sección media del cuerpo es una de las principales manifestaciones del síndrome
metabólico y un problema de salud común en esta cohorte.
El tai chi es una forma de ejercicio mental y corporal que
suele describirse como 'meditación en movimiento'. Se practica en muchas
comunidades asiáticas y es cada vez más popular en los países occidentales.
Aunque se sabe que es una actividad adecuada para las personas mayores,
incluidas las que no son activas, hasta ahora había pocas pruebas sobre los
beneficios del tai chi para la salud.
Investigadores de la Universidad de Hong Kong asignaron al
azar a más de 500 adultos mayores de 50 años con obesidad central a un régimen
de tai chi, ejercicio convencional o ningún ejercicio durante 3 meses.
Los participantes en los grupos de tai chi y de ejercicio se
reunieron para realizar ejercicios dirigidos por un instructor durante 1 hora 3
veces a la semana durante 12 semanas. El programa de tai chi consistía en el
estilo Yang de tai chi, el estilo más común adoptado en la literatura, y el
programa de ejercicio convencional consistía en caminar a paso ligero y
actividades de entrenamiento de fuerza.
El perímetro de la cintura y otros indicadores de salud
metabólica se midieron al inicio, a las 12 semanas y a las 38 semanas. Los
investigadores descubrieron que tanto el grupo de intervención de tai chi como
el de ejercicio convencional tenían reducciones en la circunferencia de la
cintura, en relación con el control. La reducción del perímetro de la cintura
tuvo un impacto favorable en el colesterol HDL, o el llamado colesterol bueno,
pero no se tradujo en diferencias detectables en la glucosa en ayunas o la
presión arterial.
Según los autores del estudio, sus resultados son una buena
noticia para los adultos de mediana edad y mayores que padecen obesidad central
pero que pueden ser reacios al ejercicio convencional debido a sus preferencias
o a su movilidad limitada.